Una mujer me grita con su indiferencia
Con su reproche
Cuando me muerde
Y a veces con una mirada
Me grita cuando no estoy
En un cuento iluso de poseerme
Mientras caminaba en la lluvia angelina… en Concepción, en Coronel y hace años en Santiago.
Me gritaron en la adolescencia con los temores en una mano…
Y en la otra mi nombre
Cuando suspiro, no por pasión… sino por el cigarro que pensando en ella me fumé.

Una mujer me grita cuando las saco de quicio mientras sigo camino.

 

Luis Fraczinet