Como consecuencia de una investigación en archivos, se puede determinar con absoluta precisión que la fundación de Santa Bárbara constituye uno de los actos administrativos fundacionales más preparados y elaborados durante el siglo XVIII. Nacida como una villa destinada a tener importancia en la ocupación del territorio precordillerano de la frontera, la actual ciudad se apronta a cumplir 250 años desde que el propio Gobernador de Chile procediera a erigirla.
A mediados del siglo XVIII. la actividad fundacional en la frontera comenzó con la instalación en la Isla de la Laja de la villa de Los Ángeles en 1739. Más tarde, la constante preocupación de la autoridad colonial por la dispersión de la población, el vagabundaje, el cuatrerismo y las incursiones de mapuches y pehuenches, llevó al sacerdote jesuita Joaquín Villarreal a idear la creación de ocho pueblos sobre la ribera norte del río Bío Bío, proyecto que fue aprobado por Real Cédula en 1755. La idea era reducir a poblaciones a la gente dispersa en el territorio fronterizo.
La ejecución de este proyecto fundacional correspondió al recién nombrado gobernador Manuel de Amat y Junient. A su llegada, el proyecto original de ocho pueblos fue reducido a seis, pero en su primer reconocimiento a la frontera se dio a la tarea de fundar las primeras cuatro villas; la primera fue Santa Bárbara, dejando las otras para actos posteriores. Su fundación es un conjunto de actos administrativos de especial relevancia para el poblamiento de lo que hoy es la Provincia de Bío Bío.
El 7 de octubre de 1756 Amat se encontraba en el fuerte de San Juan Bautista de Purén, después llamado San Carlos de Purén, acompañado del oidor de la Real Audiencia Juan Verdugo, del maestre de campo Salvador Cabrito y del veedor y pagador general del reino Miguel del Solar; habían salido desde Santiago hacia la frontera el 10 de septiembre. Una vez en el fuerte ordenó la publicación de un bando a voz de pregonero en diversos parajes para compeler a que las familias «de buena naturaleza, crédito y opinión» se avecindaran en la nueva villa, a quienes se les ofrecía solares y tierras de labranza.
La oferta incluía la posibilidad que pudieran comerciar con las reducciones indígenas de la otra banda del río Bío-Bío, señalando las especies que podían transar: añil, tuplos, chaquiras, paño, tabaco, lienzos, pan y trigo; estableciendo la prohibición de comerciar ganado, fierro y armas. El bando establecía la pena de destierro a la Isla de Juan Fernández por cuatro años para quienes boicotearan el proyecto y la pena de doscientos azotes para aquellos que siguieran aquellos consejos.
El 8 de octubre, Amat y su comitiva, junto a numeroso concurso de gente, sale del fuerte hacia el oriente, siguiendo el curso del río Bío-Bío, escoltados por dos compañías de caballería, llegando hasta el lugar denominado Nequehue, previamente elegido. El gobernador ordenó desmontar e hizo acto de toma de posesión; paseó por el paraje, ordenó acuartelamiento de las compañías y la construcción de una ramada. Según los autos de fundación, era el terreno más apropiado por estar bien defendido y por su fertilidad. Al día siguiente se efectuó una misa de campaña y se delinearon los principales edificios, comenzando por la iglesia matriz y el fuerte. Manuel de Amat, con sus propias manos levantó una cruz en el lugar y dio por fundada la villa de Santa Bárbara. Los terrenos pertenecían al Convento de las Monjas Trinitarias de Concepción, por lo que el gobernador ordenó compensarlas con otros de la Isla del Duqueco.
De todas las villas fundadas en el período colonial en la zona, es la única en cuyo acto de fundación asiste personalmente el gobernador de Chile. Amat de Junient se preocupó de todos los detalles previos y posteriores al acto, junto con visitar las plazas fuertes y preparar el parlamento con los indígenas que se verificó el 13 de diciembre en el Salto del Laja.
El comandante del fuerte de Purén, Agustín de Burgoa, fue nombrado el primer superintendente de la villa; él y las compañías de caballería permanecieron en el lugar hasta el 17 de octubre, junto al juez agrimensor de Chillán José de Ulloa, quienes delinearon y repartieron los solares a los sesenta y dos individuos y sus familias que se constituyeron en el lugar para dar inicio al poblamiento formal de la precordillera andina de la alta frontera.
Los autos de fundación de la villa de Santa Bárbara se encuentran en el Archivo General de Indias de Sevilla y constituyen una hermosa pieza que relata con minuciosa precisión los orígenes de esta ciudad. No corresponde, entonces, señalar como fundación el 4 de julio de 1758, puesto que en esa fecha se realiza un acto administrativo por el que se otorga el título de villa a un centro poblado ya erigido. Su fundación es un conjunto de actos que tienen su máxima expresión en las formalidades efectuadas en terreno por el gobernador de Chile el 9 de octubre de 1756.
Por Tulio González Abuter
Fascinante los datos. Sería interesante tener accesos a los Archivos de la India. Me pregunto si se podrá conseguir algo vía internet…